jueves, agosto 31, 2006

Aaaaaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhh!!!!!!!!!!


(Grito de alegría)
Apareció El Grito de Munch.
:)

miércoles, agosto 30, 2006

Un hermoso blog

Como yo soy una bloguera media troglodita y todavía no se editar bien una lista de vínculos, les voy a recomendar que visiten este blog: http://erikacontrerasmunoz.blogspot.com/ pertenece a una mujer maravillosa; no les cuento más para que se den una vuelta por allá.

martes, agosto 29, 2006

Pedigree: el que tiene, tiene y el que no...


Este verano me fuí de vacaciones al sur, para ser específicos, a Valdivia, una ciudad hermosa que vive al lado de un rio. Valdivia es un lugar en donde hay una fuerte presencia de emigrantes alemanes, que llegaron a Chile durante comienzos del siglo XX, lo que queda de manifiesto en la arquitectura, la fisonomía de sus habitantes y otras cosas, una de las cuales me da la oportunidad de escribir esta historia.

Ir a Valdivia y no dar un paseo por el rio es casi pecaminoso, hay distintos tours, diurnos, nocturnos, de distintos precios y condiciones; en el que nos embarcamos nosotros era un paseo que terminaba en una isla en donde pasamos el día en medio de distintas actividades, asado, juegos y conversaciones varias. El grupo estaba compuesto por diferentes personas, eramos unos 50 en total; la inmensa mayoría gente alegre y simpática que buscaba tan sólo pasarlo bien en un paisaje que parecía sacado de cuento de hadas.

Aquí viene lo bueno de la historia, cuando estabamos en el almuerzo, quedó justo frente a mi, un matrimonio de unos 70 años, ella una mujer muy dulce, silenciosa y fina; él, un tipo de esos que no les gusta pasar inadvertidos, grandilocuente, fantoche...de esos que lamentablemente abundan en casi todas partes, el personaje en cuestión era médico, sin haberlo pedido empezó a hablar de si mismo y de lo afortunada que era la humanidad en contar con un especimen de tan elevada pureza racial como él y su estirpe...de que Chile sería otro si hubieran llegado más alemanes, que Valdivia era lo único bueno que existía en el país y así suma y sigue.

Yo estaba atónita, en cualquier momento esperaba que darme cuenta que el tipo estaba haciendo gala de un humor demasiado sarcástico y que todo era una broma, pero no. Ahí seguía él, hablando de la genética, de las razones científicas para explicar la pobreza y delictualidad del país; mi pareja lo escuchaba, cuando le dijo que era profesor de una universidad, quedó maravillado, el comensal estaba al menos a su estatura intelectual, era entre catedráticos la cosa, la conversación amenazaba con durar la tarde entera.

Cuando en algún momento logré salir de mi impresión y dí mi opinión (discordante) el susodicho me quedó mirando y me preguntó si yo también era académica, le dije que no, traté de decir a lo que me dedicaba, no sirvió de nada, hizo caso omiso a mis palabras y siguió en su charla academico-fascista con mi pareja . Me quedó claro, la falta de pedigree racial y académico me dejaban definitivamente FUERA de la conversación.

Hasta ahí llegó mi participación en el almuerzo, me quedé callada y triste, con mi pena de mestiza atragantada. Preferí pararme y caminar por el bosque, me sentí un blanco demasiado tentador para la limpieza étnica sobre la cual arengaba el Doktor Mortis.

Soy una hija del puerto, los puertos son lugares abiertos y hospitalarios, reciben sin muchas preguntas a los que huyen de la guerra, de la (in)justicia, del desamor. Soy una mujer sin mucho pedigree, llevo sangre de distintas latitudes en las venas; llevo algo de El Líbano natal de mis bisabuelos, algo de España, algo del Sur indómito que lucha aún por mantener su dignidad en un país que sigue viendo a los mapuches como una postal folclórica y no asume sus dolores.

Espero seguir siendo una digna hija del puerto, sigo deambulando por sus calles, sin tener apellidos rimbombantes, sin llegar ni siquiera al metro 60, pero con mis brazos morenos generosos de abrazos y mi ternura quiltra que me salva a falta de otros atributos

(La imagen que acompaña esta historia corresponde a un trabajo realizado por el Colectivo Ramona Parra www.colectivobrp.cl)

lunes, agosto 28, 2006

Bienvenido Baltasar


Está en Chile el juez Baltasar Garzón, un personaje dueño de toda mi admiración.

Para mi es todo un héroe, casi salido de un cuento...lamentablemente el cuento fue largo, sangriento y muy para nuestro pesar, malditamente real.


Desde aquellos días de octubre en 1998 hasta hoy, Garzón me ha hecho sentir que el dolor y la justicia son entes que viajan sin pasaporte, que no prescriben ni en el tiempo ni en las fronteras. El ser humano que sufrió tortura, humillación o muerte en cualquier lugar del mundo debe ser sentido como propio, no importa en donde haya caído, basta ser algo más que un bípedo implume, como dijo Marguerite Yourcenar, para sentir que algo de nosotros también muere junto a el.

Desde aquí mi gratitud profunda y anónima por darme razones para creer en la nobleza del ser humano; seguimos avanzando, dejemos que los perros ladren.

miércoles, agosto 23, 2006

Soundtrack de mi vida

Buceando nuevamente en YouTube encontré este video con olor a naftalina, me trajo demasiados recuerdos.

"Quiero abrazarte tanto con mis sentidos, con tanto amor, que no haya más sonido que nuestra voz y mi cuerpo en el tuyo continuación..."
Uffff
Sumándome a los buenos deseos de Victor Manuel, sería todo por hoy.
:)

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viernes, agosto 18, 2006

Amália Rodrigues - Povo Que Lavas No Rio - 1961 - RTP

Ya les comenté de Amalia Rodrigues, ahora pueden escucharla, luego me dicen qué les pareció.

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Noticias desde el primer mundo


Hoy me miraba al espejo, me encontré un par de arrugas nuevas junto a los ojos...los años no pasan en vano querida, me dije. Demasiadas risas siempre dejan huella en el contorno de los ojos y aunque en este tiempo han estado un poco escasas, puedo decir que en la vida he procurado reirme bastante, nunca le he hecho el quite a una buena carcajada.
En fin, casi pierdo el tema, cuando estaba en la contemplación de las arrugas y veía que la crema hidratante ya se me acaba y no hay bolsillo para otra, sonó el teléfono, era mi madre en su llamada semanal desde las Uropas, la noté bastante más contenta que de costumbre, para ser más exactos, diría que en actitud "chinchosa"...resulta que la dama anda pololeando!!!!! Me dió mucho gusto por ella, me dió risa la forma en que me lo contó y definitivamente me dió más razones para reflexionar frente al espejo con mis nuevas arrugas: mi madre viviendo su segunda adolescencia, mi hija acercándose a pasos agigantados a la primera y yo ahí, al medio tratando de desenredar la madeja de mi vida.
Que el viento sople a favor de mi madre y del valiente que se enamoró de ella (es bellísima, hay que reconocerlo, pero tiene un caracter de los mil demonios...por eso lo de valiente). Que disfrute en pleno este revival, que sea muy feliz...que sea eterno mientras dure.

jueves, agosto 17, 2006

Cada día más solo













Uno menos, ahora Stroessner.
Pinochet sigue vivo
¿será que el infierno se reserva el derecho de admisión?

lunes, agosto 14, 2006

Postdata musical


Hoy descubrí la música de Amália Rodrigues.
Quedé impresionada.
Ahora sí, buenas noches y fado para todos.

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Baladí...


Hermosa palabra, la aprendí cuando tenía unos 8 años, se la escuché a R (mi imagen paterna...de a poco se darán cuenta que mi vida está compuesta por una buena colección de seres que tuvieron roles que Natura no les dió pero que los supieron cumplir con una ternura y generosidad invaluables, pero eso es otra historia y demasiado larga). Recapitulemos, cuando R calificó algo de "Baladí" recuerdo haber quedado prendada del sonido de la palabra, intuí que debía ser algo bello, una palabra así sólo podía tener un significado trascendente, supuse que las grandes cosas de la vida deberían lucir la palabra "baladí" como una joya que realzaba sus otras virtudes semánticas.

Me recuerdo escaleras arriba, buscando un diccionario y luego de dar vuelta páginas y páginas apareció ante mis ojos BALADí...pero ¡oh! sorpresa mía cuando descubrí que casi como una broma, desde el mundo de las palabras me mandaban a decir que baladí era todo lo contrario a lo que yo suponía, no recuerdo exactamente la definición de aquel diccionario, pero ahí estaba yo, enterándome muy a mi pesar que aquella música para mis oídos no era otra cosa que: Insignificante, de poco valor.
Ante tamaña decepción, no me quedó otra que reintegrarme a la conversación y seguir escuchando las historias de R.

Años después, la dichosa palabra apareció en algún cuento de Borges, si la memoria no me falla, creo haberla escuchado en algún tango...en fín, creo que con el tiempo la palabra ha vuelto a tomar un significado agradable, aveces, cuando uno se siente que va por la vida como aquellos artistas chinos que hacen malabarismos con largas varas en las que hacen girar decenas de platos, cuando todos esperan que tu no falles, cuando los platos tienen nombres y apellidos, cuando son proyectos de vida y sobre todo cuando te duelen los brazos y las piernas mientras los sostienes, dan ganas de recordar que en el mundo existen cosas baladí, en las que uno puede reposar la vista, el pensamiento, es bueno recordar que hay algunos platos que no tienen valor y que vale la pena lanzarlos contra el suelo, no sólo para alivianar la carga, también para dejarse encantar por el sonido de lo baladí.
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