miércoles, junio 27, 2007

Fin del silencio otoñal










Reaparecí.

Fue largo el silencio, se me hizo necesario parar. Podría decir que mi cuerpo siente el paso de las estaciones y tal como las plantas sabe lo que debe hacer, se recoge en un búsqueda de la vida que habita en su interior, se despoja de lo accesorio, deja caer las hojas que han cumplido su ciclo y se mantiene tan sólo con sus funciones más básicas.

Más allá de mis divagaciones anímico-estacionales, debo reconocer también que después de pasar Marzo y algunos días de Abril sintiéndome en el juego de la ruleta rusa con la posibilidad del diagnóstico de una esclerosis de la peor calaña, que quedó bastante descartado (no del todo, pero con menos probabilidades) quedé en un estado en que necesitaba parar, callarme y tratar de no darle más trabajo a mi pobre cuerpo, que se vió muy resentido en esa maraña de miedos e incertidumbres.

Prometo escribir, vienen historias y comentarios en sus blogs.

Gracias por escribirme y por no haberme olvidado en todo este tiempo, no saben cuanto se valora eso, de verdad que sí.

Carta sinóptica

Estado actual:
Corporalmente: congelada
Anímicamente: niebla matinal variando a tarde soleada
Actualmente escuchando: The Wonder of You, Elvis Presley.
Libro sobre el velador: El último encuentro, Sandor Marais.
Ultimo gustito gastronómico: empanadas de alcayota.
Pronóstico para las próximas 24 horas: Tirando p arriba… llueve o truene.
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